Hace unos meses, en una Misa de 18:30h, en Madrid, vi sentadas en el primer banco a dos chicas jóvenes que llamaron mi atención. Normalmente los primeros bancos no suelen estar ocupados en una Misa de diario, salvo si se trata de un funeral, o cualquier otra ocasión señalada.
Así que, al terminar la Eucaristía, me acerqué a ellas y les pregunté. Una de ellas miró a la otra que respondió "No sé, me gusta sentarme cerca, y siempre me siento en el primer banco". Me quedé un buen rato pensando acerca de esto y, como siempre he sido muy festivalera, me ha recordado a las primeras filas de un concierto: siempre están petadas. Siendo tan increíble lo que pasa en cada Misa, ¿no deberíamos sentarnos en primera fila?
Así que, al terminar la Eucaristía, me acerqué a ellas y les pregunté. Una de ellas miró a la otra que respondió "No sé, me gusta sentarme cerca, y siempre me siento en el primer banco". Me quedé un buen rato pensando acerca de esto y, como siempre he sido muy festivalera, me ha recordado a las primeras filas de un concierto: siempre están petadas. Siendo tan increíble lo que pasa en cada Misa, ¿no deberíamos sentarnos en primera fila?
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