El miércoles 22 de febrero es Miércoles de Ceniza. Con esta celebración comenzamos la Cuaresma, recordando los 40 días que Jesús pasó en el desierto antes de su vida pública. Desde el Miércoles de Ceniza y durante toda la Cuaresma, la Iglesia nos anima a la conversión y a prepararnos para vivir los misterios de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo en la Semana Santa.
Para los católicos, tanto el Miércoles de Ceniza como el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia.
El ayuno consiste en realizar una sola comida fuerte al día, desayuno y cena suaves y no tomar nada entre horas. Obliga a los bautizados desde los 18 años a los 59 años y están exentos de vivirlo los enfermos, embarazadas y madres en periodo de lactancia.
La abstinencia consiste en no tomar carne ni sus derivados. Se vive todos los viernes de cuaresma y obliga a los bautizados mayores de 14 años. PARA SABER MÁS.
Además, el Miércoles de Ceniza es tradición que los cristianos recibamos la ceniza como símbolo de penitencia y arrepentimiento.